A continuación relatos tomados de la bitacora de viaje II de Alejandro Astorquiza, maestro expedicionario.
Alejandro Astorquiza
Maestro Expedicionario
Valle del Cauca
Zarpar…navegar…es como volver a ese origen, es como devolverse en la carrera del tiempo, es como volver a nadar en ese vital líquido amniótico.
Los maestros y maestras viajeros y anfitriones, después de 10 años de haber andado los caminos de la expedición pedagógica, coincidimos que es necesario volver a andar los caminos recorridos, desandar y volverlos a andar, esa búsqueda incesante del asombro, del reconocimiento, del valor humano frente a las acciones de violencia urbana y rural, hacían de los maestros y maestras, “unos mártires”, dispuestos a morir si era necesario y enfrentar la guerra, pero no con las amas de la guerra, sino con su quehacer, enseñando, trabajando con al comunidad, sobreviviendo en los territorios en disputa por paramilitares, militares, narcotraficantes y guerrilleros. Las balas zumbaban en los oídos y se cruzaban en nuestros caminos. Los niños y las niñas, hijos de los unos y de los otros, asistían a la misma escuela y ahí el discurso del maestro, de la maestra, se tenía que ajustar a las posiciones políticas y condiciones sociales de los unos y de los otros. Los maestros y las maestras hacían resistencia, la escuela era el único espacio donde se atrincheraba la Paz.
En este ejercicio de reflexionar nuestros viajes por las escuelas del Valle del Cauca, durante estos 10 años, nos ha permitido pensar que es necesario volvernos a re-encontrar, para ello, como es natural es necesaria la movilización, ir allá a la escuelita rural, al pueblo, al barrio, ya no como visita a los docentes, que pasaron de ser “compañeros de trabajo o gremio” a unos amigos y amigas, porque sus riquezas personales., su entorno social y educativo, nos conquistaron, siendo esta la mejor escuela en al cual nos inscribimos unos pocos maestros interesados en salir de la cautividad, de la soledad, del encierro que nos otorgan las aulas.
El aprender observando la práctica docente de nuestros compañeros maestros y maestras nos llevaron a enriquecer nuestras prácticas pedagógicas, renovando, innovando, aprendiendo, contando, narrando las experiencias vividas en las comunidades educativas visitada. Compartir experiencias pedagógicas, prácticas educativas, modos de ser maestro, ser maestra, formas de visibilizar el trabajo de campo, de aula, maneras de ejercer la democracia, la solidaridad, el desarrollo de prácticas pedagógicas en las escuelas rurales, periurbanas, urbanas, en resguardos indígenas y consejos comunitarios.
Relato: RIO CAUCA
José Nicolas Diaz Roa
Maestro Expedicionario
I.E Villa del Sur
Cali
Gota
Hilo de plata
Cañada
Riachuelo
Río.
Emblemática corriente cantada por poetas y por locos
Desciendes de los humedales gélidos del Macizo Colombiano
En los mapas eres idílico paisaje de ensueño
En los mapas y en los poemas.
Tu serpentino cuerpo llega al Valle y llega a Cali.
Maná del Cauca llega a Cali
Aquí en las tierras de Cali te queremos,
En las tierras de Cali te necesitamos
Calmas nuestra sed
Sin ti moriríamos
Vaciamos tu cauce y llenamos volquetas con tus entrañas
Vaciamos tus venas para ver crecer la dulce caña
A cambio maquillamos tu apariencia y tu color
Aquí cambia tu suerte
Aquí tu claridad se hace turbia
Aquí te bañas de agua de panela y de borojó
Te haces mestizo, aquí te haces cobrizo
Aquí alimentas tu seno con melaza, con escombros, con excretas
Aquí alimentas tu seno con basura, con pintura y con sangre
Aquí alimentas tu seno con caballos muertos, con perros muertos, con hombres muertos
Aquí te alimentas con latas vacías de cerveza, con condones usados, con colchones reciclados
Aquí te alimentas de mierda.
¿A quién le importa?
¿A quién le duele?
Sigue, sigue tu camino
Ojalá en tu camino no encuentres otra Cali
Con una basta para envenenarte el alma
Sigue tu camino
La madre Magdalena te espera adelante.
Tal vez llegues.
Relato: RUTA PEDAGOGICA POR EL RIO CAUCA
NUBIA CASTILLO DE ORTIZ
Maestra Expedicionaria
I.E.I MARICE SINISTERRA
nubcastle@hotmail.com
Cali
¨Todos los seres, todos los acontecimientos de tu vida, están ahí porque tú los has convocado, de ti depende, lo que resuelvas hacer con ellos¨.
El 20 de marzo de 2010, un grupo de docentes inquietos con la pedagogía, celebramos diez años de la expedición pedagógica, ésta conmemoración se hizo con la ruta por el río Cauca, como una aventura para conocer, valorar y respetar al río Cauca, como actores sociales se permitió vivenciar una experiencia sobre la realidad de este majestuoso río, se observó tanto su problemática, como su potencial y su espectacular belleza. El barco escuela CVC, sirvió de vehículo, para navegar, disfrutando el paisaje, la biodiversidad, la cultura, sobretodo reflexionar sobre aspectos ambientales, analizar las comunidades asentadas en la ribera del río, algunas procedentes de la Costa Pacífica, Chocó, entre otras, se observo cómo este río es un medio de subsistencia, a su vez como estos asentamientos contaminan sus aguas, las practicas inadecuadas de producción, la extracción inadecuada de materiales de arrastre, el uso indiscriminado de agroquímicos, vertimiento de aguas domesticas, industriales, agrícolas y pecuarias, falta de conciencia de la comunidad y autoridades en general, entre otros, al igual como los residuos empresariales sin ningún tratamiento caen al río, oscureciendo sus aguas y deteriorándolas, alterando su cauce, generando perdida de franjas protectoras y afectación del paisaje. Esta experiencia fue enriquecedora, permitió compartir con personas de diferentes instituciones educativas, diferentes profesiones, diferentes saberes, generando un compromiso como educadores, pues sabemos que la escuela se constituye en un espacio de convergencia de diferentes contextos e identidades desde perspectivas socio-históricas, culturales y psicosociales que pueden ser traducidas en oportunidades para aprender o participar de manera eficaz, efectiva y sostenible, según sean las políticas y las practicas cotidianas de la misma, que siempre subyacen a una concepción del ser humano. Así mismo esta situación que se vivió durante el recorrido, impactó y afectó nuestro ser como educadora, pues la ciudad como la escuela, en un sentido amplio, es sin duda el espacio donde se confluyen muchos de los problemas que estábamos enfrentando, fenómeno que pone de manifiesto la necesidad de un dialogo constante entre la institución educativa y su entorno, a través del cual se establezca un conocimiento ambiental y un reconocimiento reciproco entre las partes, esta situación en que se encuentra el rio Cauca, le permite plantear como reto a la escuela el rescatar su sentido social, ambiental, mas allá del no menos importante sentido académico y generar una coherencia entre el curriculum, los métodos, las practicas pedagógicas y las realidades que nos circundan. La escuela por lo tanto, debe ser un escenario dinámico, de cambio que incentive y construya otros mundos posibles, donde los protagonistas sean maestras y maestros viajeros, que desde su sentido social, sensibilidad y conciencia del respeto por la naturaleza, en este caso el cuidado de los ríos, logrando reevaluar y cuestionar sus prácticas pedagógicas, se reafirma que todos y todas tenemos el derecho de gozar efectivamente de una vida digna, gestando a partir de esta problemática el desarrollo de un programa ambiental real que le ofrezca a la comunidad una mejora en su calidad de vida y fortalezca procesos de movilidad social, atendiendo de manera pertinente, considerando que toda la comunidad puede aprender a cuidar su entorno, en un proceso reflexivo sobre la experiencia vivida, navegando por el Cauca, inquietando a las familias, estudiantes, compañeros docentes, investigando y reconstruyendo, a través de esta experiencia significativa, sospechando, pues que esta experiencia puede conmover a otros y otras y servir como dispositivo para la replicación e invención de nuevas formas de relacionarse con el río, con metodologías novedosas y la participación y empoderamiento de diversos actores y con resultados demostrables. En nuestro río encontramos alrededor de 85 especies de peces, que día a día son la base de alimentación y sustento de muchas familias que habitan sus riberas, hermosa diversidad de aves, mas de 40 especies, que acompañan con su vuelo, alrededor de 100 especies de árboles nativos que engalanan las orillas de nuestro río Cauca y que nos acompañan con su belleza, armonizando en un coro heterogéneo de estilos y palabras que posibilitan cambio actitudinal, titánicos esfuerzos de gestión y la participación notoria de la Comunidad en asocio con entidades como la CVC.
